Boca recibió a Quilmes en la Bombonera y, con dos goles de
Emmanuel Gigliotti, le ganó por 2-0. Con este resultado, el Xeneize acumula 16
unidades y está a cuatro del líder, Newell’s.
Riquelme y Gago, para cualquiera, eran una linda oferta para
la tarde del domingo. Para los ocupados, y para los libres. Dos jugadores de su
categoría, en el mismo campo de juego, haciendo de las suyas...
Mucha gente concurrió al estadio. La antesala al
superclásico y la dupla que hacía su presentación justificaron semejante
multitud. Previo al inicio del encuentro, Juan Román Riquelme recibió la
ovación de la gente al obtener la plaqueta en reconocimiento a los 194 partidos
jugados en la Bombonera: el jugador con mayor cantidad de partidos en ese
estadio con la camiseta Xeneize.
La fiesta empezó… mal. Ribair Rodríguez fue a un cruce en el
mediocampo y sufrió un desgarro en su aductor. Las noticias eran malas y Boca,
una vez más, debía modificar la defensa. En su lugar ingresó Matías Caruzzo. El
ambiente calmó y el uruguayo recibió los aplausos desde las tribunas.
El balón
era del local y lo manejaba hasta tres cuartos con sapiencia, dinámica y
movilidad. A la hora de generar espacios, se topó con la barricada impuesta por
Quilmes en el mediocampo. Una doble pared entre Gago y Riquelme forjó la
primera situación para Gigliotti quien, en el borde del área, remató de zurda a las manos de Peratta.
Pocos minutos después, una gran asistencia del “10” para el “9”
y a cobrar. Boca, faltando pocos minutos para la culminación de la primera
mitad, abría el marcador habiendo creado tan solo dos situaciones de gol. De
allí en adelante, Quilmes sintió el impacto y el conjunto de Bianchi se adueñó
del balón y de las situaciones. La movilidad de Gago, Sánchez Miño, Riquelme y
la sapiencia y seguridad de Ledesma a la hora de manejar el balón, fueron las
claves del dominio Xeneize.
En la segunda mitad, el Cervecero salió con intenciones un
poco más ofensivas. Así y todo, no fueron capaces de gestar situaciones claras
de gol. Con el correr de los minutos y el reloj jugando en contra de la visita,
los espacios aparecieron con mayor asiduidad y comenzó el show de los goles
perdidos por los ofensivos Xeneizes. Primero Gigliotti, después Sánchez Miño y
Gago, quien no pudo concluir la jugada de manera efectiva.
El nerviosismo afloraba. Los goles perdidos y el adelantamiento
–sin mucho peligro- de Quilmes mantenían el resultado abierto hasta que, de
contraataque, Sánchez Miño envió un centro a Gigliotti que, de cabeza, venció a
Peratta y puso cifras definitivas al partido.
Después del 2-0, la gente explotó y Boca vivió una verdadera
fiesta.
A pesar de la buena victoria Xeneize, el rendimiento no fue
el mejor. Las espaldas de Méndez podrían haber sido el foco de ataque de
Quilmes pero la imprecisión de sus atacantes se lo impidió. A la hora de tener
el balón, los mediocampistas locales estuvieron en constante movimiento,
localizando pasillos para recibir el balón. Gago se ofrecía a los centrales,
conectaba con Ledesma, Riquelme, o Sánchez Miño. El buen pie reinó en la Boca
y, a pesar de no haber sido el mejor partido, obtuvo tres puntos que permiten
llegar con optimismo y confianza al Superclásico.
Ficha del partido:
Boca: Orión; Méndez, Ribair, Pérez, Zárate; Gago, Ledesma, Sánchez
Miño; Riquelme; Martínez y Gigliotti.
Quilmes: Peratta; Abecasis, Martínez, Alegre, Bontempo;
Morales, Braña, Garnier, Pérez Godoy; Caneo; Telechea.
Goles: 32PT Gigliotti; 42ST Gigliotti.
Cambios: 4PT Caruzzo por Ribair (BOC); ET Hipperdinger por Morales
(QUI); 9ST González por Telechea (QUI); 24ST Escalante por J.M. Martínez (BOC);
30ST Boghossian por S. Martínez (QUI); 43ST Riaño por Riquelme (BOC).
Árbitro: Saúl Laverni
Estadio: Alberto J. Armando
Por Matías Adami @matiadami2.
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