Por Juan Balbi @juanbalbi9
River dio vuelta un partido increíble y derrotó 3 a 2 a Tigre con tres goles en los últimos diez minutos. Arrancó perdiendo 1 a 0 y gracias a dos tantos del Chino Luna, obtuvo tres puntos muy importantes para mantenerse en la punta junto con Lanús.
Deliró el Monumental cuando Carlos Luna empujó la pelota hacia la red para poner el 2 a 1. River logró dar vuelta un partido chivo ante un Tigre que lo complicó y que fue superior durante gran parte del encuentro. Los dirigidos por Ramón Díaz, con coraje y sin desesperarse, mantuvieron el invicto y suman nueve puntos sobre nueve posibles.
No fue bueno el arranque del partido para el conjunto millonario. Tigre, con Rubén Botta y Leandro Leguizamón, como estandartes ofensivos, hicieron estragos en la defensa millonaria y manejaron los hilos del partido. Presionando constantemente la salida de River, y manejando mejor la pelota en el mediocampo, los de Victoria se hicieron dueños del encuentro, pero nunca estuvieron finos en la puntada final para lograr ponerse en ventaja. Tuvieron que esperar hasta los 53’ cuando tras un tiro libre desde la izquierda, Alejandro Donatti remató el balón en el aire y venció la valla de Marcelo Barovero. Los de Gorosito se ponían merecidamente en ventaja y le daban un duro golpe a River, que no podía hacer pie firme en el Monumental y sufría la creación de juego ante las intermitentes apariciones de Manuel Lanzini y Rodrigo Mora.
Tras el gol de Tigre, Ramón Díaz decidió meter mano y hacer ingresar a Juan Manuel Iturbe por Manuel Lanzini y Ariel Rojas por Cristian Ledesma. Con los cambios, el Millonario potenció el ataque y comenzó a ser más punzante al llegar al área rival. Así y todo, el cambio decisivo lo haría a los 73 minutos cuando Carlos Luna ingresó en lugar de David Trezeguet. Toda una responsabilidad y una gran oportunidad para el delantero ante su ex club. Y el Chino no la iba a dejar pasar, porque a los 86’ cabeceó un centro de Rodrigo Mora y puso el 1 a 1 parcial, y a los 88’, tras un remate del uruguayo compañero de ataque, Luna empujó con furia la pelota hacia la red y desató el delirio de la parcialidad riverplatense. Cuatro minutos más tarde, Juan Manuel Iturbe, con una velocidad impactante, dejó en el camino a dos rivales y remató cruzado al entrar al área de Damián Albil para marcar el tercer tanto y demostrar que en River todos quieren ganarse un lugar. Sólo quedó tiempo para la expulsión de Rubén Botta, que sufrió constantemente agresiones por parte de Carlos Sánchez, y en una mínima reacción ante Gabriel Mercado, recibió una tarjeta roja que pareció excesiva; y para un infantil penal de Jonathan Bottinelli tras tocar la pelota con la mano en el área, que derivó en el gol de Matías Pérez García, decretando el 3 a 2 final.
River cambió. Y cambió para bien. Porque es otro el ambiente que hay en el Monumental y en los jugadores. Ayer demostró una vez más que el grupo está sólido y que pueden afrontar momentos complicados. Ramón Díaz hizo ingresar a Luna y a Iturbe, y ambos respondieron con goles, para lograr dar vuelta un partido más que complicado y hacer que Núñez sea un delirio. Un delirio chino.
