Boca empató 2-2 contra Godoy Cruz en Mendoza y dejó pasar
una oportunidad inmejorable de subirse al tren de la pelea por el campeonato.
Emmanuel Gigliotti y Claudio Pérez –de penal- marcaron para el Xeneize; José
Luis Fernandez y Mauro Óbolo lo hicieron para el Tomba. En el final, se produjo
una gresca entre los jugadores. Pedro Argañaraz, el árbitro, tuvo un partido
nefasto.
La ventaja de jugar a las 21.15hs del domingo estriba en
tener el conocimiento de todos los resultados de los competidores directos. Newell’s
y Arsenal habían perdido y San Lorenzo había ganado. Si Boca se traía los tres
puntos de Mendoza, se encaminaba a pelear seriamente por el título y acortaba
la diferencia con la Lepra.
Muchas improvisaciones. Cuatro defensores centrales en la
última línea, Sanchez Miño que llegó con lo justo y la necesidad de ganar. Una
vez más, Boca no jugó bien. Las espaldas de Daniel Díaz fueron aprovechadas por
el rápido de Facundo Castillón y fue el foco de ataque del conjunto mendocino.
A pesar de las escasas llegadas recibidas, en el conjunto Xeneize no se observa
una solidez que brinde tranquilidad. Lo que sí se percibe en el sistema de Boca
es cierta facilidad a la hora de generar situaciones. Cuenta con jugadores
técnicos y veloces que, a la hora de asociarse, provocan conflictos en el rival
y gestan ocasiones de riesgo.
El resultado, desfavorable para Boca, termina siendo
anecdótico. El árbitro del partido, Pedro Argañaraz, tuvo gran incidencia en
los inconvenientes del final. A pesar de las habladurías y los entredichos
entre los jugadores a lo largo de los 90 minutos, las diversas confusiones por
parte del referee aumentaron la temperatura del partido. Un agarrón nítido del
Cata Díaz sobre Óbolo dentro del área, una infracción cristalina a Juan Manuel
Martínez en el segundo tiempo y, por último, el invento de un penal que,
finalmente, no cobró. Hubo desconcierto y conversaciones con el juez de línea que,
tras el tumulto, determinó un tiro libre en el borde lateral del área.
Fue bochornoso. En el tiempo adicionado, Achucarro bajó a
Martínez en el área y Argañaraz no tuvo más remedio que señalar el punto del
penal. Claudio Pérez, con solvencia, ejecutó e igualó el marcador. Boca lo pudo
ganar en la última jugada del partido pero un centro impreciso del “Burrito” lo
impidió. De ese movimiento final, surgió el enfrentamiento entre Pablo Ledesma y
Jorge Curbelo. Un choque en la puerta del área que devino en golpes de puño y
empujones. Ingresaron los suplentes, ayudantes de campo y tras una serie de
empujones, la parsimonia se apoderó del terreno de juego pero la violencia no
desapareció. Todos aquellos que se encontraban dentro de los límites de la
cancha comenzaron a correr a la zona de los vestuarios en donde fueron a
encontrarse Ledesma y Curbelo que, al parecer, se agarraron a golpes de puño y
por eso fueron informados. De allí en adelante, empujones en la zona de
vestuarios y nada que haya pasado a mayores.
En el conjunto Xeneize, Carlos Bianchi y Agustín Orión
decidieron hablar con la prensa pero no hicieron referencia a los sucesos
ocurridos en el final del partido.
Sin lugar a duda fue un hecho lamentable que concluyó con la
sanción a Matías Caruzzo, Pablo Ledesma y José María Castro para el conjunto Xeneize;
y para Jonathan Ramis y Jorge Curbelo, por el lado de los locales.
El análisis del juego perdió peso y el desmán entre los
jugadores se llevó las luces de las cámaras. Boca jugó mal y perdió su
oportunidad de quedar a tres puntos de Newell’s, el líder. Con el empate, suma
21 unidades y está a cinco de la Lepra. El próximo viernes, a las 18.15hs,
recibe a Colón de Santa Fe.
Por Matías Adami @matiadami2.
0 Comentarios:
Publicar un comentario