Independiente empató 2-2 como local frente a Aldosivi, sigue sin ganar
y volvió a decepcionar a sus hinchas. Mancuello, Montenegro de penal, Martínez
y Vildozo marcaron los goles. En la visita se fue expulsado Cajaravilla sobre
la hora.
El inicio del partido fue inmejorable para los
de Avellaneda, ya que a los siete minutos se encontraron la apertura del
marcador. Poco había pasado, cuando una buena jugada colectiva en el sector
izquierdo del ataque rojo, entre Mancuello y Montenegro, terminó con un
derechazo del primero y decretar el 1-0.
Ya con el resultado a su favor, el
local contó con el dominio de la pelota a los 15 se encontró con la posibilidad
de marcar el segundo, gracias a un polémico penal que Giannini le cobró a
Cajaravilla por un leve agarrón sobre Menéndez. El Rolfi lo mandó a la red e
Independiente parecía encaminarse a una victoria y tarde tranquila, porque
aparte el equipo marplatense nunca llegó con claridad al arco de Assmann, salvo
con un remate desde afuera del área de Seccafien que el arquero controló bien.
Razzotti primero y Montenegro después tuvieron el tercero, pero Campodónico
respondió bien. También Zapata tuvo la oportunidad para liquidarlo, pero
desperdició un mano a mano increíble. Aldosivi pudo haber tenido la chance de
descontar mediante un penal que el árbitro no vio de Velázquez sobre Vildozo.
Sin sobresalto en la defensa, con algunas buenas combinaciones en el mediocampo
y con la tranquilidad en ataque de haber hecho dos goles, se fue el primer
tiempo.
El segundo, fue totalmente distinto.
Es como si Independiente se hubiera olvidado de jugar, y el Tiburón salió con
todo. Montenegro tuvo el tercero, pero su remate se fue desviado. Instantes
después, Malcorra tuvo el descuento, pero también falló. A los ocho, Damián
Martínez, ante la desorientada defensa local, de mediavuelta puso el 1-2. A
partir de ahí ya se vislumbraba lo que se venía.
A los 21, otro desconcierto
defensivo permitió el empate del visitante. A la salida de un corner, un rebote en la defensa le dejó el empate
servido a Vildozo para poner el 2-2 que desató la furia de los hinchas. Los
últimos minutos se fueron entre insultos y silbidos por parte de un sector de
la hinchada, y mucha decepción de parte de otros. Sobre el final, Giannini no cobró
un claro penal sobre Menéndez, y Montenegro estrelló un tiro libre en el palo,
luego de la expulsión de Cajaravilla.
Esta es la imagen que deja
Independiente partido tras partido. Pura impotencia. Un equipo que se desmorona
ante la primera adversidad y que no levanta cabeza. Brindisi se sabe fuerte,
pero sabe que tiene los días contados y que deberá traerse un triunfo de
Tucumán para ahuyentar los rumores sobre su salida. El torneo es muy largo,
pero el Rojo deberá enderezar el rumbo cuanto antes (y dejar atrás una serie de
ocho partidos sin victorias) si es que quiere volver a Primera en un año.
Por Gabriel Corso @GabrielCorso2.
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