El “Fogonero” arrancó de muy buena manera la temporada, merecido triunfo ante Instituto por 1 a 0 y también, merecido empate en uno ante Talleres en el Estadio Mario Alberto Kempes. El rival del domingo pasado, todo lo contrario, ni había ganado ni había concretado ni siquiera un gol.
Sin embargo, un replegado Patronato, sorprendió en un momento vital del partido, a los 44 de la primera etapa con un gol de Sergio Chitero desde la mitad de la cancha, claramente algo de otro partido. El conjunto local fue con todo en busca del empate pero nunca pudo quebrar el cero en el arco defendido por Bértoli y, de contragolpe, César Carignano selló el 2 a 0 definitorio para el equipo de Entre Ríos.
Los locales fueron más en la primera etapa pero no lograron ser profundos. En la segunda, ya en desventaja, la desesperación les jugó una mala pasada tanto al equipo como al cuerpo técnico. A pesar de merecer el empate, Douglas fue al frente con más empuje que con juego. En fin, Patronato fue efectivo y obtuvo sus primeros tres puntos de la temporada.
Cuando se titula “¿Baño de realidad?”, no se intenta decir que el equipo venía como venía por suerte sino que hace alusión al hecho de saber para qué está Douglas Haig en esta edición de la “B” Nacional. Con esos buenos dos primeros partidos y además, al sumar tantos refuerzos y al retener a dos de sus referentes, Pablo Mazza y Leandro Gioda, la primera incógnita que surge es saber si el “Milan de Pergamino” está para mantener la categoría, para hacer un buen colchón de puntos y rondar por la mitad de tabla, o bien porque no pelear entre los primeros cinco equipos.
En los primeros dos cotejos se vieron cosas importantes pero en el último, el equipo no pudo reaccionar ante la primera vez que se encontró abajo en el marcador. Tampoco hay que pasar por alto que recién se jugaron tres partidos.
Por Gabriel Lamperti @GFLamperti
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