Lo habíamos dicho. La premisa era ganar, pero también recuperar ese juego que alguna vez tuvo el equipo. Lo primero no se pudo cumplir, pero si lo segundo. Es que el primer tiempo fue lo mismo que venía siendo Vélez, un fantasma. Apenas tres situaciones de gol. Un remate del pibe Rolón, uno de Zárate y uno de Pratto. Se le complicó mucho a Insúa ya que el doble cinco lo absorbió muy bien. Mauro estuvo ansioso y chocó mucho con los defensores. Los de floresta fueron altamente efectivos. Llegaron una vez y convirtieron. Javier Cámpora, a los 18 de la etapa inicial, se filtró entre los centrales y fusiló a Sosa. Con ese 1-0 se retiraron al vestuario.
La segunda etapa fue otra cosa. Vélez levantó en juego y comenzó a ser más punzante. A los 12 del segundo tiempo se igualaron las cosas. Tras una serie de rebotes, Fabián Cubero (¿o fue en contra?) la empujó en la línea para poner el 1-1. Luego de eso vino la mala noticia. Mauro Zárate se retiró lesionado a los 16 minutos del complemento y por el ingresó Jhonatan Copete. Luego se confirmó que el delantero sufrió un desgarro. Tres semanas out. El colombiano ingresó bien y hasta pudo poner el 2-1 pero no la picó lo suficientemente fuerte por encima de Cambiasso.
En resumen fue un punto de esos que a fin de torneo sirven. Vélez levantó en juego y, si sigue así, los resultados llegarán a corto plazo.
Por Tomás Amerio @AmerioTomas
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