En el primer tiempo, el cuadro visitante comenzó a manejar la pelota, a través de Méndez, quien se asociaba en la creación, junto a Encina, Lagos y Medina. A partir de la tenencia del balón, los volantes de Central crearon varias posibilidades de peligro, pero no podían concretarlas en la red, debido a la gran labor del arquero Chiarini. El portero de Instituto mostró una gran actuación, porque cerró su arco, con acertadas intervenciones.
Por el lado del combinado dirigido por Kudelka, se había parado en su propio campo, le dejó la iniciativa a la formación de la ciudad de Rosario para jugar de contraataque. Por esta vía, el elenco de Córdoba, contó con pocas ocasiones de contragolpe. Además, le faltaba un poco de claridad, cuando arribaba con peligro hasta el arco de García.
Luego del dominio en el juego de Rosario Central y de algunos contraataques de la alineación cordobesa, la primera etapa entró en un instante de poca elaboración ofensiva. Los dos equipos se dedicaron más a interrumpir los avances contrarios, con más faltas y poco ingenio para armar chances de peligro. El final del primer tiempo, llegó así, con pocas situaciones de riesgo y más interrupciones por infracciones.
En la segunda etapa, el conjunto orientado por Miguel Russo, retomó su plan y empezó a crear posibilidades de peligro en el área contraria. El cuadro “canalla” contó con varias ocasiones para abrir el marcador, pero el arquero Chiarini, seguía atajando con solvencia. Pese al control del balón que imponía la visita, la escuadra albirroja no se resignó y armó algunos contragolpes de riesgo. En este segundo tiempo, Instituto arribó con más claridad y se encontró con la seguridad del guardameta García. En consecuencia, por los planteos de los dos elencos, el encuentro se volvió más emotivo, solamente faltaba el gol. Unos minutos después, el alarido de gol, llegó al estadio Mario Alberto Kempes, cuando Bernardi, se puso el traje de héroe de “la Gloria” y asestó con un cabezazo, el único gol del partido. El volante de la institución de Alta Córdoba, con toda su confianza, fue al área rosarina, a conectar la pelota y tuvo su premio, conviertiendo el tanto.
La ventaja del club cordobés, hizo que el encuentro se hiciera más vibrante porque Rosario Central fue con todo su esfuerzo hasta el área contraria. El combinado de Russo, siguió controlando la pelota y con ímpetu creó varias llegadas. Pese a la búsqueda, no pudo empatar el resultado, porque seguía manteniendo una muy buena labor, el portero Chiarini. La tarea del guardameta local fue muy reconocida por los hinchas de la Gloria, como en tantas jornadas. Había un aire de nostalgia y reconocimiento hacia el arquero, ya que se cuenta en los pasillos, que estos son sus últimos partidos porque sería transferido.
A pesar de la insistencia de la formación visitante por atacar, la alineación de Kudelka contó con algunas oportunidades para ampliar el marcador, pero le faltaba un poco de precisión en el remate y en otras, el portero García, resolvía con seguridad. El encuentro continuó de la misma manera hasta el final, con los dos equipos, manteniendo sus estrategias de juego. Finalmente, el cuadro rosarino no pudo igualar el marcador y se fue del Kempes, con la tristeza de no poder gritar campeón.
Quizás, en la próxima, si gana su partido, o si se dan otros resultados, pueda hacerlo. En cambio, Instituto se fue festejando, puesto que le arruinó la jornada al líder del torneo. Ganó su partido, porque jugando al contragolpe, fue efectivo y contó con la buena actuación del guardameta Chiarini.
Por Diego Bentivegna @bentidiego
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