Por Lucas Abbruzzese @LucasAbbruzzese
Newell´s Old Boys de Rosario arrancó el año de manera irregular. Si se analiza desde el punto de vista de los resultados cosechó una victoria, una derrota y una parda en el Torneo Final; además de una goleada y una pérdida por la Copa Libertadores de América. Desde ésta ventana nada parece tan grave. Lo que sucede es que dentro del campo de juego, donde la Lepra viene cosechando más alegrías que tristezas desde hace un año gracias a su estilo y forma, no se está apreciando ese equipo que domina de principio a fin, que triangula en espacios reducidos y que construye desde el fondo. ¿Una posible causa? Lucas Bernardi.
El número 7 dio doping positivo en el anteúltimo cotejo del semestre pasado en Santa Fe, donde su elenco había derrotado por 3 a 0 a Atlético de Rafaela. La noticia se dio a conocer a fines de diciembre y la sanción fue una suspensión por 3 meses. El mediocampista podrá volver a estar a disposición del entrenador Gerardo Martino desde el 27 de marzo.
¿Cuánto afecta a Newell´s su ausencia? Mucho. Porque el capitán leproso es el jefe de la orquesta en el verde césped. Porque es por quien pasan todos los ataques rojinegros. Porque es el que dice y sabe cuándo, cómo y dónde está la clave de un partido. Porque es de esos volantes que marcan, juegan, saben si la redonda debe viajar corta o trasladarse larga y, sobre todo, hace jugar y explotar lo máximo de sus compañeros. Él y Leonel Vangioni (hoy en River) formaron un tándem muy interesante por la banda izquierda. Ninguno está por estos días con la casaca rojinegra puesta.
El Tata, una de las primeras decisiones que tomó cuando agarró en Rosario fue aclarar que Bernardi es fundamental para él, ya que el organizador estaba con un pie afuera del club porque era resistido por sus hinchas y por bajo nivel. Sin embargo, el director técnico lo asentó y lo convenció de que podía ser uno de los mejores cerebros del fútbol argentino. Eso sucedió.
Newell´s tendrá que esperar hasta fines de marzo para tenerlo de vuelta. El volante centrar Hernán Villalba debe extrañar levantar la cabeza para dársela y que arme la jugada o Pablo Pérez querrá volver a sentir que su nivel incrementaba con el ex Mónaco al lado. En la cancha se siente su ausencia porque, por momentos (muchos), el conjunto rosarino carece de profundidad y de una brújula. Eso lo aporta Lucas Bernardi, alguien a quien se extraña muchísimo.