Por Matías Adami @matiadami2
Se disputó la primera final de la Copa Libertadores
de América. Mucho se habló en la semana de la similitud en la forma de jugar de
ambos equipos: muy firmes en defensa y muy efectivos en ataque. Corinthians
había recibido 3 goles a lo largo de la
Copa : dos de ellos en primera fase y uno, ante Santos por la
semifinal.
En los primeros minutos del partido, no hubo
gestación de juego por parte de ninguno de los equipos. Un remate de larga
distancia de los brasileños que Agustín Orión envió al córner fue la situación
más clara. Juan Román Riquelme no podía hacerse dueño del partido como
acostumbra, debido a la buena marca del rival. Un remate muy desviado de Pablo
Ledesma y una chilena de Santiago Silva fueron las situaciones de mayor peligro
para Boca en un primer tiempo que tuvo poco por analizar. La mayor complicación
para los de Falcioni estuvo en el sector izquierdo con el enfrentamiento entre
Emerson y Roncaglia –debió ser expulsado por doble amarilla-.
En la segunda mitad, se observó al equipo de
Julio César Falcioni más adelantado en el campo de juego. Tenía que ir a buscar
el partido porque el empate no le servía. Si bien fue más claro y mejoró su
nivel, no tuvo grandes situaciones de gol. En el minuto 27, luego de un córner
y de varios rebotes, la pelota le quedó picando a Facundo Roncaglia en el área
chica y rompió el arco.
Cuando parecía que Boca podía aumentar la
ventaja e ir al Pacaembú con mayor tranquilidad, un error defensivo le permitió
a Romarinho quedar mano a mano con Orión y definir de forma exquisita,
igualando el partido a falta de 5 minutos para el final. En el último minuto,
Lucas Viatri, que había ingresado en lugar de Santiago Silva, conectó un
cabezazo que se estrelló en el travesaño y le impidió a Boca ponerse arriba en
el marcador. El partido terminó 1
a 1 y está claro que no era el resultado esperado. En toda
la segunda fase de la
Copa Libertadores , Boca definió en condición de visitante y
siempre lo hizo obteniendo una ventaja como local. Ésta, será la primera vez
que no sucede.
El partido fue muy táctico. Corinthians
prácticamente no creó situaciones de gol y estuvo muy firme en defensa como a
lo largo de toda la Copa. La
pelota parada a favor del Xeneize fue lo que le permitió abrir el marcador y
probablemente, sea una de las claves para obtener un buen resultado en Brasil.
En la
Copa , el Timao recibió un gol en seis partidos como local.
Sin duda, la solidez defensiva es la calve del equipo dirigido por Tite.
Boca está acostumbrado a jugar este tipo de
finales. El resultado no es el mejor pero el rendimiento en condición de
visitante del Xeneize ha sido de alto vuelo y por eso, el hincha no pierde las
ilusiones. Vale remarcar que en la final, el gol como visitante no cuenta, como
si lo hizo a lo largo de toda la
Copa.
La revancha será el próximo miércoles en el
Pacaembú, Sao Paulo.
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