En el Coloso del Parque se dio un primer tiempo malo, aburrido, sin asociaciones, con escasas ocasiones en los arcos y en el cual las grandes individualidades no pesaron. La pelota la manejó Newell´s ante un Mineiro replegado y que dependía de la claridad en el primer pase de un desaparecido Ronaldinho –cada vez que la redonda iba hacia él era aturdido por dos o tres hombres-, que frotó su pie derecho una vez y casi termina en gol; cuando a poco del final de la primera parte asistió a Bernard y el arquero leproso, Nahuel Guzmán, supo quedarse con la redonda cuando quiso eludirlo.
La Lepra se nubló en los últimos metros y le costó romper el achique brasileño ante la avanzada rojinegra. Lucas Bernardi, capitán y eje de la media cancha, pudo y encontró cómo a los 25 minutos filtrar la bocha para Ignacio Scocco, que enganchó y remató al segundo palo. El arquero dijo presente. El atacante, a quien le costó progresar de espaldas, pudo haber abierto el marcador tras la mejor combinación de su equipo, pero el puntazo final fue débil.
El cotejo y una de sus claves estuvo con los laterales, de lo mejor del local durante el primer tiempo (los de la visita no pasaron a tres cuartos nunca). Desde Casco-Cáceres llegaron buenos desbordes y malas terminaciones. A los 3´, el paraguayo fue dinámico por la derecha y le sirvió un gran centro a Maxi Rodríguez, que de primera lució al portero de los blancos. El equipo poco los acompañó por las bandas con las triangulaciones. A Newell´s le faltó sorpresa y gente que llegue desde atrás para sorprender. Lo que sí logró fue tener la capacidad de anticipo en las salidas del Mineiro y el mover la pelota de un lado hacia el otro hasta encontrar el espacio.
A los pocos segundos de iniciado el complemento, Jo le bajó un bochazo a Ronaldinho para su posterior lanzamiento altísimo. Así comenzó la segunda etapa, en la cual el conjunto blanco insinuó instalarse unos metros más adelante que en el primer acto. Poco duró porque la Lepra insistió siempre acumulando gente en ataque. Tardelli y Bernard, sin peso ofensivo, estuvieron más preocupados por la subida de los marcadores de punta locales. Ésa fue una de las claves. ¿Podrá pregonar lo mismo en la vuelta?
Maxi Rodríguez sufrió a los 57´ lo imbatible que seguía siendo Víctor en el arco. Pero más tarde cabeceó a contra pierna un centro de Figueroa para poner el 1-0 para que explote el Coloso y como pocas veces el Tata Martino. La serie se abría con un tanto de alguien que jugó un segundo tiempo enorme.
El resultado se agrandó a los 80 minutos con un tremendo tiro libre de Scocco, por afuera de la barrera, con fuerza y una rosca justa. Nacho llegó a los 6 tantos en el certamen y logró sacarse la mala racha de encima. Desde el 2-0 nunca se tiró atrás el rojinegro y se defendió con la pelota en campo del Mineiro. El estilo y las formas no fueron negociados. Una virtud que a pocos se les pueden reconocer. A éste Newell´s sí porque está convencido de su juego. Un equipazo que apareció en una noche decisiva.
Previo al tanto del atacante, Jo había convertido y parecía que todo se iba a venir abajo, pero el línea levantó correctamente la bandera porque el ex Manchester City estaba apenas adelantado. Ronaldinho no pesó y el Atlético pareció disputar el encuentro como si fuera de fase de grupos. ¿Se destapará en condición de local? ¿Sacará a relucir su gran poder de individualidades?
Párrafo aparte para Diego Mateo, el volante central que hasta se llevó la ovación de la gente leprosa. Fino en los relevos, correcto en la distribución y dueño de cada ataque brasileño. Corrió lo suficiente de manera horizontal y vertical para ayudar en defensa y para que de mitad de cancha hacia adelante pueda haber imaginación.
La revancha será el miércoles en Brasil. Newell´s irá con una gran ventaja pero no confiado, sabiendo que de local se hacen fuertes los rivales. Con un gol obligará a que le conviertan por cuatro.
La Lepra quiere la final. Este plantel y cuerpo técnico se merecen finalizar el ciclo peleando por ser el mejor del continente.
Por Lucas Abbruzzese @LucasAbbruzzese
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