Cuando su papá se convertía en héroe, Juan Cruz ni siquiera había nacido. El pibe de tan solo 22 años hizo inferiores en San Lorenzo y Argentinos Juniors, y militó en la reserva de Olimpia y Deportivo Armenio. De a poco, quiere ir haciendo su propia historia por el mundo del fútbol y hacer su propio nombre fuera de la sombra del ícono nacional.
El nuevo jugador del Santo confesó que también tuvo ofertas de Chile, pero su padre le aconsejó irse a Tucumán, y así lo hizo. El desafío de volver al Nacional B lo sedujo más y, además, si el papá Goyco lo dice, debe ser lo mejor.
Por Walter Morinigo @walmorinigo95
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