Si Lanús-River empatan esta noche entre ellos en el sur de la provincia de Buenos Aires, la Lepra se consagrará como campeón por sexta vez en su historia a nivel nacional. Con el triunfo ante la Crema prácticamente la Lepra se metió el certamen en su bolsillo. Si hasta Gabriel Heinze se animó a declarar apenas finalizado el cotejo: “No sé por qué, pero ya me siento campeón”.
El primer tiempo fue malo, feo, sin brillo y poco claro como el cielo. Ninguno de los dos equipos pudo imponerse desde la tenencia de la pelota y tampoco concretaron algún contragolpe. Atlético de Rafaela salió a jugar el espectáculo con la intención de tenerle la pelota a Newell´s, a superarlo en el medio con una línea de 4 hombres y abriendo la cancha, sobre todo por la derecha con Sebastián Carrera, quien a los 35´ no pudo concretar con un buen remate una buena jugada del local.
La Lepra tuvo sus minutos de mostrar por qué está puntero cuando encontró una asociación entre los mejores de mitad de cancha hacia adelante. Patricio Loustau, el árbitro del encuentro, no le cobró un penal al visitante cuando el lateral Milton Casco (el mejor por decisión y desequilibrio) encaró y fue bajado dentro del área. Pero el juez sí vio y sancionó una falta clara e innecesaria a Ignacio Scocco cuando éste estaba rodeado por varios hombres minutos más tarde. El goleador del torneo estrelló su bombazo desde la pena máxima en el palo derecho del arco custodiado por Guillermo Sara.
Gabriel Heinze, que fue amonestado por llegar a la quinta amarilla y en consecuencia perderse el último partido del campeonato, lanzó un tremendo cambio de frente terminando el primer acto para Maxi Rodríguez, quien le sirvió el gol a Scocco, cuya definición terminó en las manos del portero. Newell´s creció con el correr de los minutos y Rafaela, con todas sus limitaciones, pudo frenar su estilo.
El complemento fue igual de aburrido y también le dio lugar a los bostezos. Sólo hasta que a los 21 minutos Figueroa abrió para la subida de Casco, quien tiró el centro y Oscar Carniello despejó para su arco para abrir el marcador en propia meta. De esa manera consiguió el rojinegro abrir un espectáculo difícil para empezar a sentenciar el destino del torneo.
Juan Eluchans pudo haber igualado el tema con un buen tiro libre al palo del guardameta, pero instantes más tarde Figueroa se encargó de sentenciar la historia con un 2 a 0. Desde ahí se abrieron ambos elencos y se encontraron los espacios, los cuales los aprovechó muy bien Rodríguez para hacer la pausa, tomarse un tiempo fundamental y servirle el 3 a 0 definitivo a Urruti.
Una goleada que dejó a Newell´s a 6 puntos de River, su escolta. Una goleada que vuelve a rectificar que éste ciclo conducido por unos grandes futbolistas y un enorme director técnico se merece coronar con una copa levantada. La gente leprosa sabe que será demasiado difícil y casi imposible que éste campeonato se le escape. Puede ser campeón esta noche o el miércoles cuando esté en Chaco para jugar por la Copa Argentina, ya que si Lanús vence a River pero no a Estudiantes entresemana festejará en el norte de la Argentina. Rosario se quiere quedar con todo. Rosario vive momentos históricos. Rosario quiere otra vuelta.
Por Lucas Abbruzzese @LucasAbbruzzese
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