Por Carlos Souto @carlossouto11
Con el empate 1 a 1 a San Lorenzo le alcanzó para salir airoso de la promoción y mantenerse en primera.
El final de la historia se cerró con una sonrisa; desahogo y felicidad en grandes cantidades. La chance de un descenso estuvo a un paso de concretarse, la soga al cuello que maniataba al equipo de Caruso y que lo dejó a punto ahorcarlo, hoy se hizo trisas.
En los partidos de ida y vuelta San Lorenzo fue muy superior a Instituto, que en solo un mes tiró por la borda los laureles que había logrado durante un año. La diferencia hecha en Alta Córdoba hizo que hoy en el Nuevo Gasómetro el local jugara más relajado dejándole la iniciativa a la visita, que en el primer tiempo no pudo abrir el marcador y con el 0 a 0 a cuestas, los dos equipos se fueron para el vestuario.
La segunda parte reflejó el nerviosismo de Instituto, con las expulsiones de su D.T y de su ayudante de campo, sin embargo pudo llegar a la ventaja a los 23’ con el gol de pecho de Diego Lagos. A partir de ahí y por diez minutos la tensión en todo el estadio fue el actor principal, hasta que a los 33’ tras una larga corrida y remate de Buffarini, Barsottini le cometió penal a Kalinski, y Ortigoza, haciendo valer la chapa de gran pateador de penales, colocó el empate y dio rienda suelta a la alegría de toda la gente de Boedo que por varios meses esperó este día.
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